Cuenta la leyenda que Tetis, madre de Aquiles, ante el temor de perder a
su hijo en batalla, lo sumergió en la laguna Estigia para así volverlo
invulnerable. Lo hizo sujetándolo por el talón olvidándose de sumergir esa
misma parte del cuerpo. Ese pequeño detalle no solo marcó la vida de Aquiles:
el tendón del tríceps sural sería para siempre el tendón de Aquiles.
Corría mediados de Abril y los Lakers se jugaban entrar en Play-Offs en
una temporada para el olvido, una jugada como cualquier otra... y saltaron las
alarmas no solo en la NBA. El deporte mundial veía como Kobe Bryant se veía
incapaz de sostenerse en pie. Efectivamente, se había roto el tendón de
Aquiles.
A continuación, voy a intentar explicar con un lenguaje “del barrio”
para que cualquier persona entienda de verdad en qué consiste esta lesión que ha
dejado en el dique seco a Kobe. Espero
que después cada uno pueda sacar sus conclusiones y decidir si tras leer la reciente
noticia de la posible vuelta de Kobe para la pre-temporada, estamos ante un
logro médico, un súper-hombre o una imprudencia.
Un tendón es la parte de un músculo sin capacidad de contraerse o
acortarse.
Posee poca flexibilidad, pero si elasticidad. La diferencia entre ambas
reside en que la primera es la capacidad de soportar deformaciones sin llegar a
sufrir daños, por ejemplo, estirar; la segunda es la facultad de recuperar la
forma inicial. Una combinación de ambas cualidades la representa una goma.
Está formado entre, otras sustancias, principalmente por colágeno:
sustancia muy resistente a la tracción. Un tendón no es un cable de un
determinado grosor, son miles de haces de colágeno dispuestos en paralelo y
envueltos cada uno de ellos. Se agrupan formando un cable más gordo que se
agrupa y envuelve con otro y así hasta ser todos ellos envueltos y formar el
grosor definitivo del tendón.
Tiene receptores de 4 tipos: de dolor, de movimiento, de presión y de tensión.
Mandan información constantemente a centros nerviosos para que la parte contráctil
del musculo trabaje adecuadamente.
TENDON DE AQUILES.
Hay que diferenciar 3 partes:
- Músculo-tendinosa: zona donde la parte contráctil se transforma en
tendón.
- Osteo-tendinosa: zona donde el tendón se inserta en el hueso.
- Tendón, propiamente dicho: está entre las dos anteriores y su principal característica
es que su vascularización (aporte sanguíneo) es pobre, algunos estudios dicen
que nula.
El tendón no hace más que tirar y almacenar energía con la fuerza que lo
haga el músculo. Sufre cuando se estira excesivamente y se sobrepasan sus
límites fisiológicos. El tendón se estira en dos momentos:
- Cuando un musculo se estira y llega a su punto máximo y continua el
estiramiento.
- Siempre que el musculo se contrae, independientemente del tipo de
contracción que se realice, porque ejerce tracción sobre él.
Formado por la unión de ambos gemelos y el soleo (tríceps sural), llega al calcáneo.
Responsable del gesto de ponernos de puntillas o flexión plantar.
No vamos a entrar en los motivos que pueden llevar a que se rompa el tendón
de Aquiles porque puede ser demasiado extenso, ya que las causas pueden variar
desde movimientos repetidos, vibraciones, causas metabólicas, anomalías de la
planta del pie, cadera o rodilla, empleo
de tacones… incluso problemas en el riñón. Vamos a dejar claro que para romper un
tendón sano hace falta una fuerza extraordinaria. Puede soportar hasta 12 veces
nuestro peso. Se puede decir que estando sano NO se rompe fortuitamente. Para
ello debe estar deteriorado. La zona central del tendón no se inflama debido a
la escasa vascularización y tampoco avisa cuando unas cuantas fibras de colágeno
se deterioran, ya que las fibras están inervadas en grandes grupos, pero llega
un momento en el que las fibras sanas son tan escasas que basta un salto, una
arrancada y... K.O.!!!
Por supuesto su reparación requiere cirugía y, a pesar de haber mejorado la
técnica, los métodos y la rehabilitación sigue haciendo falta tiempo. Una zona
con poco aporte sanguíneo tarda más que otras partes en cicatrizar en
condiciones y aquí la fisiología es parecida en cualquier persona. El hecho de
ir mas rápido o lento depende más de como se cuide el sujeto y de las
condiciones del mismo en el momento de la lesión que de su genética. Incluso
aun siendo un éxito, nunca se llegan a unir o pegar el total de fibras de colágeno.
Una vez conseguida la cicatrización, recuperar movilidad articular, reeducar y equilibrar
todo el sistema propioceptivo (leer articulo L.C.A.) es lo que falta para
volver a estar a punto y de nuevo el proceso es más lento de lo deseado.
La lesión de Kobe no es nueva en la NBA. Otros jugadores anteriormente
pasaron por ello y quizás los más conocidos sean, Elton Brand, Isiah Thomas,
Chauncey Billups o Dominique Wilkins, pero la lista se alarga hasta pasar los
20 en 25 años.
Los lesionados en su gran mayoría tenían cumplidos los 30 años y el 40% de
ellos tuvieron que dejar el baloncesto después de intentar volver y ver que no podía
ser.
Comparando los 4 casos mencionados anteriormente, hay de todo: el “Bad Boy”
se vió obligado a la retirada. Billups, siendo el que más edad tenia de ellos
al sufrir la lesión, estuvo 9 meses y medio hasta el regreso. Brand, el único en
no llegar a los 30, tenía 28 y estuvo 8 meses de baja y Wilkins fue operado a
finales de Enero y regresó con el comienzo de la temporada en Noviembre. Se
puede establecer una relación directa entre la edad y el tiempo de
recuperación. Kobe está entre Wilkins y Billups. El único que pudo regresar si
no al 100% a un altísimo nivel fue Dominique, al que posteriormente se le
aceleró la cuesta abajo deportiva después de sumar otra serie de lesiones.
Kobe puede volver realmente. Es un competidor nato, pero tendrá que
renunciar a algunas cosas. En los 15 años anteriores solo uno de ellos jugó
menos de 34 min por partido y en la mayoría de las temporadas se coló entre los
10 primeros en minutos por partido en temporada regular; en Play-Offs las
cifras se disparan.
No cabe duda de que Kobe está en buenas manos y le asesoraran bien, pero yo
me mojo y digo que hay que tener cautela. Debe buscar el equilibrio entre
rendir y alargar su carrera. No creo que regrese antes de mediados de Diciembre
y de hacerlo será para ir tomando contacto, en modo entrenamiento. De lo
contrario me temo que tarde o temprano en este blog se escribirá sobre él
nuevamente. Incluso no le sentaría nada mal ver el partido de Navidad por la
tele en vez de jugarlo como viene siendo habitual.
Post escrito por @danilovic91, es el 2º de la serie NBA Garage Health, en la cual os explicaremos de forma sencilla las lesiones ocurridas en la NBA y los efectos que tendrán sobre el juego de los jugadores .
Cualquier sugerencia, opinión, duda no dudéis en comentarlo en le blog o en el Twitter @NBAGarage, esperamos que os guste !!!
@danilovic91
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